Nicaragua pierde 68.3 millones de córdobas por expulsar a la FAO y la UNESCO

Ortega y Murillo sacrifican millones de córdobas en ayuda internacional al expulsar a organismos que no se apegan a su narrativa, dejando a Nicaragua sin recursos clave para enfrentar el hambre y la pobreza.

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Despacho 505
  • Managua, Nicaragua
  • mayo 16, 2025
  • 11:00 AM

La decisión del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo de sacar a Nicaragua de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), implican la pérdida de 68.3 millones de córdobas en donaciones externas que ya estaban comprometidas para este año.

Según el Informe de Ejecución Presupuestaria del Ministerio de Hacienda y Crédito Público de Nicaragua correspondiente al primer trimestre de 2025, la FAO había comprometido 38.1 millones de córdobas, de los cuales hasta marzo solo se habían ejecutado 4.3 millones (11.4%), quedando pendientes 33.7 millones. Estos fondos estaban destinados a proyectos en áreas como seguridad alimentaria, desarrollo rural y sostenibilidad ambiental.

Por su parte, la UNESCO había comprometido 30.2 millones de córdobas para este año, pero hasta marzo no se había ejecutado ninguna parte de esos fondos. La salida de Nicaragua de estos organismos implica la pérdida de estos recursos, que podrían haber sido utilizados en programas educativos, culturales y de desarrollo sostenible.

La FAO estaba ejecutando tres proyectos clave en Nicaragua: producción resiliente, inversiones rurales y ecosistemas sostenibles. Estos proyectos beneficiaban principalmente a las comunidades rurales y a la Costa Caribe, regiones históricamente marginadas. La pérdida de estos fondos pone en riesgo la continuidad de estos programas, que son esenciales para mejorar la seguridad alimentaria y promover el desarrollo sostenible en el país.

Las rabietas de Ortega y Murillo salen caras

Estas donaciones representan fondos destinados a programas clave que buscan mejorar la seguridad alimentaria, promover la educación, preservar la cultura y responder a la crisis climática y social que golpea a Nicaragua.

La FAO, por ejemplo, había denunciado que más de 1.4 millones de nicaragüenses padecen hambre, con un 27.3% de la población sin acceso a una dieta saludable. La UNESCO, por su parte, había reconocido al diario La Prensa al entregarle el Premio Mundial a la Libertad de Prensa, un gesto que desató la furia de la dictadura.

La salida de la FAO y la UNESCO se suma a un historial de decisiones de Ortega y Murillo que alejan a Nicaragua de la cooperación internacional. En los últimos años, el país también expulsó a la Organización de Estados Americanos (OEA), la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU y perdió la cooperación de donantes estratégicos como Taiwán y Países Bajos.

Las donaciones externas a Nicaragua han experimentado una disminución significativa en los últimos años. En 2023, la cooperación externa con Nicaragua cayó un 15,9% en comparación con 2022, alcanzando un total de 813,7 millones de dólares, lo que representa una reducción del 44,2% respecto a los 1.458,3 millones de dólares recibidos en 2021.

Esta tendencia de disminución en las donaciones externas se ha mantenido en los últimos años, afectando la capacidad del Estado para ejecutar programas sociales y de desarrollo.

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